Aún no entiendo que tanta verdad o que tanta mentira, la verdad es que no lo sabremos tal vez nunca, pero lo que no puedo dejar pasar por alto, es como la gente por las calles respira miedo, si antes éramos islas, donde cada quien vivía en su mundo, ahora, somos islas egoístas, convertidos en zombis que no hablan, que desconfían, que a la menor provocación nos alejamos más.
Ya teníamos suficiente con la desconfianza, ahora hay que vivir así, con miedo, y los ojos se llenan de pánico y las manos se esconden y lo más triste
los abrazos desaparecen. Insisto, no se que tanta verdad o que tanta mentira hay en todo esto, lo único que queda demostrado es que desde hace una semana empezamos a perder de alguna forma lo que nos convirtió en seres humanos.
Y ahora el mundo se une en contra de una amenaza y los hombres se alejan entre ellos. |
Miedo... Ahora que lo mencionas yo aposté y sigo apostando a ser cordial. A no tomar el miedo como bandera lo que va a pasar, pasará aqui y en donde sea. Destino ? no lo sé, de alguna forma la cordialidad es lo que hace al humano.