En los días en que la gente sale vestida de colores oscuros a la calle, con mucha ropa encima y maldiciendo el clima, a mí me pasa algo muy extraño.
El tener que buscar una manta por las noches para poder sentarme en el viejo sofá a ver la televisión o tocar mi guitarra, se que es uno de esos días, cuando se que a la cafetera que trabaja cuando tiene ganas, le cuesta más tiempo encenderse
se que es uno de esos días.
Me gusta observar a la gente, eso no es un secreto, pero en estos días cuando las manos frías no encuentran consuelo ni siquiera en los bolsillos que nunca están llenos, observo más y parecería que a pesar de que las sonrisas son menos y los días más grises, la gente respira más despacio, eso me gusta, casi tanto como ver, que tomarse de la mano es necesario bajo estas nubes, como nadie se ahorra los abrazos y como una simple sombrilla es pretexto, para respirar aliento.
Me gustan estos días
porque a pesar de las manos frías y de este clima
yo sonrío... |