Algunas de las cosas que escribo, se me ocurren en los semáforos cuando espero la luz verde, nunca he sabido descifrar ese silencio oscuro que me aborda en un semáforo en rojo, supongo que será nostalgia o será que en ese momento estoy solo conmigo mismo.

Desde ahí he podido ver historias, inventar otras tantas, siempre he creído que la gente como yo siente diferente, se quita la piel al salir a la calle, precisamente para sentir diferente, que bueno que me sigue alegrando ver a una pareja de cómplices en aventura de amor, a unos ojos perdidos en el trafico como los míos, o disfrutar la sonrisa de algún niño que su imaginación no le alcanza y todo pasa en pocos minutos, es arriesgado perderse en esos mundos, mundos que viven del rojo al verde.