Muchas son las veces que se habla de cuando las personas se ven por primera vez, del momento mágico cuando algo ocurre, soy un ferviente creyente del destino, y siempre he defendido la teoría de que alguien siempre espera a alguien, que al momento de cruzar las miradas, algo pasa en el mundo, y ni pasado y ni futuro importan, solo existen en ese instante
Pero casi nadie habla de los desencuentros, de los momentos donde hay que hacer un alto y abandonar ese camino que el destino se había encargado de encontrar y de juntar para andar juntos.
Nunca he entendido como actúan las personas frente a esto, tal vez porque muy pocas veces yo he tenido que partir y creo que no encuentro argumentos suficientes para saber que es lo que pasa, las malditas palabras de tenemos que hablar o Hay algo que quiero decirte, para nadie son un buen futuro, ni siquiera para el que parte o el que a fuerza de olvido se debe quedar.
¿Con cuanto sufrimiento habrá que pagar esa deuda de abandono? La que te heredaron y en algunas veces hasta de forma cobarde, sin darte la cara, sin oportunidad no de recuperar, al menos de mirar a los ojos y algo tratar de entender ¿Y con que te quedas? Con habitaciones vacías, con atroces recuerdos que debes acomodar en algún lugar porque ahora vas a tener que aprender a vivir con ellos y aunque duela aceptarlo, te van a acompañar por el resto de tu vida.
No me quejo porque se acabe el amor o la rutina triunfe, me duele el que hoy en día es tan fácil dejar tan claro un ya no me sirves o ya no te necesito de la manera más fría, con una llamada telefónica, con un correo electrónico, con un mensaje al celular, no se en que momento nos volvimos cobardes para decir esto cara a cara y nos volvimos tan valientes para escribirlo detrás de un monitor. |
Hola: Sabes una cosa, respecto a tu escrito, quiero comentar que en vacasiones mi mejor amigo de la prepa me desconcertò con unas palabras que no voy a comprender nunca, si bien es cierto que yo lo amaba y que no existe nadie en la tierra a quien yo admire más hace ya un año o para ser exacta en mayo del año pasado decidí irme sin decir nada, pues le había confesado que lo amaba y él nunca me dijo ni respondió nada, la verdad cara a cara jamás fue capaz de salvar la amistad, y el sábado 11 de abril me dijo que él no era el hombre para mí y no me quería hacer sufrir delante de todos mis amigos, gracisa a Dios fúí fuerte y no llorè, pero solamente entonces entendí como por una chispa mágica que él ya no era el hombre que tanto amé y que una persona que me apreciara por lo menos me lo hubiera dicho en privado. Hoy quiero cerrar esa pàgina que me duele, pero quiero encontrar al hombre que me ame, la rutina no me da miedo, porque sé que las grandes civilizaciones deben su identidad y uníón a las tradiciones a los ritos que los hacen ser lo que son, en la pareja me parece que deben tener ciertos rtos tradiciones que solamente los unan a ambos, bueno eso me gusta pensar.