Debería haber a alguien a quien reclamar, cuando las cosas no funcionan, no me refiero a poder gritarle a alguien, que en estos casos ayuda, pero sí encontrar alguna forma de sacarse el dolor.
Cuantas cosas hay que sacrificar cuando se ama, ojala y hubiera formulas mágicas que pudieran decirnos cuanto entregar y en que momento detenerse. Pero no existe eso, y así es difícil vivir, y pero aún, vivir enamorado.
Ojala y de verdad hubiera alguien con quien desquitarse, de algo serviría, al menos para sanar un poco el corazón destrozado que queda después de los desencantos, después de que tantas palabras se han dicho y se forma una cantidad ridícula de besos y abrazos desperdiciados.
Ojala y hubiera letreros por la ciudad, enormes y muy visibles, que con letras rojas dijeran: Queda prohibido decir te quiero
Y no demostrarlo |
El poeta azul de muy serio paso a triste.... q pasa chico?!