Recuerda que no eres invencible, que por más fuerte que quieras aparentar hay cosas que te pueden derrumbar, recuerda que no eres inmune a enamorarte, recuerda que no hay amor sin espinas, que no hay memoria que termine llenandose de recuerdos.
Recuerda que no eres impenetrable a miradas cómplices que fácilmente te perforan el alma y que se quedarían enterradas en el corazón, recuerda que eres de piel y sudor, que sufrir te hace sentir vivo y que no eres eternos, aunque así te lo creas.
Recuerda que llorar no es malo, lo realmente malo es no hacerlo para poder sacarte esos recuerdos malditos que te asaltan de madrugada, recuerda que esos sobresaltos antes de dormir no son garantía de olvido, no, recuerda que sigues vivo.
Recuerda que eres mortal, que eres vulnerable, que respiras y que las manos te sudan, recuerda que tienes un corazón que late, recuerda que estas olvidando todo aquello que aprendiste, recuerda que ese dolor arriba del estomago no es para acostumbrarte, es un simple recordatorio que estas vivo
y que eres mortal. |