Mi curiosidad pudo más que las buenas costumbres, no debí haber mirado tanto a esa pareja que con dulzura se tomaba de las manos, Él le acariciaba las mejillas, Ella le sonreía y lo miraba
de que manera.
Él me daba la espalda, no pude verlo hasta que se levantaron, pero había algo extraño en ese par de locos que pacientes esperaban que dieran las 8, para poder entrar al concierto.
La mirada de Ella parecía encenderse cada vez que sus manos rozaban las de Él, he de confesar que me descubrió un par de veces mirándola y fue entonces cuando deje de hacerlo, no sin antes preguntarme
¿De que se habrá enamorado?
Ella: Andando, el concierto va a empezar
Él: Que bueno, empezaba a hacer frio
Ella: Toma mi mano hay dos escaleras en frente
que por poco y casi no veo tampoco |