Cuanto tiempo paso, nadie lo sabe, hasta Ella ha perdido la cuenta de los minutos que se mataron de golpe contra las horas. No hay razón que le valga para entender lo que esta sintiendo, esa estúpida sonrisa que días atrás se le había enganchando al rostro.
Aquella banca esperando paciente, con gritos de niños y paseos de abuelos, con manos que se buscan de novios inquietos, de esperanzas que realmente esperan, ¿Cuánto tiempo lo habrá estado esperando?
Ella: ¿Puedes escuchar los pájaros?
Él: No, pero puedo escuchar tu corazón, que me susurra respuestas. |